Que se me iba a vida,
que cada “hasta mañana” era un “adiós”
que me desmontaba algo importante,
que “mañana” era un abismo.
Que el tiempo se me escurría
y nunca llegaba a saciarme.
Que solo bastaban tus manos
que tus manos eran el Mundo
y mi Mundo duraba un agosto.
Que el fin del verano
me mataba de pena
y el motivo viajaba en avión.
Que meses más tarde
recordarlo aun me deje sin aire
y por eso, sea
bonito.